Un nuevo hecho de sangre se registró en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos. En casi una hora seis personas fueron asesinadas y otras tres resultaron heridas la noche del pasado martes 10 de mayo de 2022 en actos violentos que sucedieron en distintos barrios de la capital petrolera.
La Policía informó que algunas de las víctimas estaban relacionadas con el expendio y consumo de drogas, además tenían antecedentes penales. Según el informe de la Unidad de Muertes Violentas de la Policía (Dinased), los hechos se registraron entre las 20:30 y 21:30.
La matanza se inició en el barrio Nuevo Paraíso, donde Jaime Preciado y Kelvin Ruiz fueron asesinados a tiros mientras caminaban por la zona. Agentes de Criminalística levantaron casquillos de metralleta.
En el barrio El Cisne, vía al Parque Perla, varios moradores del sector intentaban auxiliar a un menor de edad que resultó herido luego de una ráfaga de tiros que recibieron él y uno de sus amigos, Edwin Robles, quien murió en el acto y su cuerpo quedó tendido bocabajo cerca del adolescente. La Policía indicó que en este hecho los asesinos también habían utilizado un fusil para victimar a los jóvenes quienes no tenían historial delictivo.
Cerca del NigthClub La Pantera, en la Vía Colombia se registró otro hecho de sangre. Luego de las primeras indagaciones, las autoridades policiales confirmaron que el fallecido se llamaba Silver Marín, de 25 años.
En el barrio Amazonas, sujetos desconocidos asesinaron con una ráfaga de tiros a Rubén Cevallos de 38 años. Cuando los agentes arribaron a la escena del crimen hablaron con la esposa de la víctima, quien estuvo con él minutos antes del asesinato y lo vio todo. Ella les relató que mientras su pareja estaba consumiendo estupefacientes lo asesinaron.
Según la Función Judicial, el fallecido registraba más de 10 antecedentes penales por robo, hurto y otros delitos.
Finalmente, en el barrio Nueva Esperanza, un adolescente de 17 años también fue acribillado con un fusil por personas desconocidas. El menor no tenía historial delictivo.
La Policía señaló que la mayoría de las víctimas estaban relacionadas con el expendio de droga a mínima escala y los lugares de los asesinatos eran reconocidos por la Unidad de Antinarcóticos como focos de consumo de estupefacientes.
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